U.S.A. 12/Agosto/2025
Jamie Lee Curtis sorprendió en una reciente entrevista al comentar: “Nadie sabe cuál de mis hijas es trans”. La frase, simple y directa, subraya su decisión consciente de proteger la privacidad de sus hijas mientras manifiesta orgullo total por su identidad.
La actriz también advirtió sobre el creciente discurso de odio: “Tengo una hija trans. Hay amenazas contra su vida, solo por existir como ser humano. Hay gente que quiere aniquilarla a ella y a gente como ella.”
Estas palabras no son un llamado vacío; Jamie Lee las pronuncia desde experiencia y convicción de activismo.
“Vamos a tener que volver a salir a la calle para luchar como hicimos con los derechos civiles… vamos a tener que luchar por los derechos de las personas trans… van a intentar quitárnoslo.”
Con firmeza, Curtis afirmó que la defensa de los derechos LGTBI no está garantizada: Su postura une lo personal con lo político: la protección de su hija y la defensa de una justicia que abarca a toda la comunidad.
Sus frases trascienden lo anecdótico: son un acto de amor valiente y un llamado urgente contra el odio. En tiempos de retrocesos sociales, figuras como Jamie Lee Curtis ofrecen una guía: visibilidad, compromiso y defensa contundente. Su ejemplo debería inspirar acción real, no reacciones pasivas.