ESTADOS UNIDOS, 3 DE MARZO DEL 2025.
La 97.ª edición de los Premios Oscar, celebrada el 2 de marzo de 2025, vio a “Anora” alzarse como la gran ganadora de la noche al recibir el codiciado galardón a Mejor Película. Dirigido por Sean Baker, el largometraje, que ya había cosechado múltiples premios en la temporada, demostró su indiscutible calidad artística, imponiéndose en una competencia feroz.

“Anora” no solo se destacó en la categoría principal, sino que también arrasó en otras áreas clave, logrando victorias en Mejor Guión Original, Mejor Montaje, Mejor Director y Mejor Actriz. Estos triunfos vinieron a consolidar su posición como una de las películas más destacadas de la temporada. La película, que relata de manera cruda y conmovedora la vida de una trabajadora sexual y su relación con el hijo de un millonario, ha cautivado tanto a la crítica como al público, convirtiéndose en un referente del cine contemporáneo.
El camino hacia el Oscar de “Anora” estuvo marcado por una serie de victorias previas, que incluyeron su consagración con la Palma de Oro en Cannes y su dominio en los premios del Sindicato de Productores (PGA) y del Sindicato de Directores (DGA). Estos triunfos previos dejaron claro que la película era una de las favoritas en la recta final, respaldada por la histórica correlación entre los premios PGA y DGA y el Oscar a Mejor Película, como ocurrió en años anteriores con títulos como “Oppenheimer” y “Todo a la vez en todas partes”.
Sin embargo, “Anora” no tuvo un camino fácil hacia la victoria. “The Brutalist”, dirigida por Brady Corbet, llegó a la ceremonia con 10 nominaciones y victorias significativas en los BAFTA y el Globo de Oro, convirtiéndose en una contendiente sería. Además, “Emilia Pérez”, que con 13 nominaciones rompió récords para una película de habla no inglesa, también fue vista como una fuerte competencia, aunque la controversia en torno a la actuación de Karla Sofía Gascón en el papel principal de la cinta debilitó su campaña.
A pesar de la fuerte competencia, “Anora” destacó por su enfoque audaz y su capacidad para conmover, destacándose no solo como una película de gran calidad técnica y artística, sino también por su potente mensaje social. El triunfo de Sean Baker y su equipo marca un hito en la historia de los Premios Oscar, demostrando que el cine más arriesgado, auténtico y humano sigue teniendo un espacio privilegiado en la industria.
Este reconocimiento no sólo celebra una obra cinematográfica sobresaliente, sino que también subraya la importancia de contar historias que nos desafían, nos incomodan y nos invitan a reflexionar sobre la realidad de aquellos cuyas voces a menudo permanecen silenciadas. “Anora” ha demostrado que el cine puede ser tanto un espejo de nuestra sociedad como un motor de cambio.