Washington D.C. 09 de diciembre de 2025.
El presidente Donald Trump ha autorizado a la empresa tecnológica Nvidia a reanudar la venta de chips de Inteligencia Artificial (IA) a China, pero bajo la condición de imponer un nuevo arancel del 25%. Esta medida busca evitar la dependencia tecnológica del gigante asiático y equilibrar la balanza comercial y de seguridad, manteniendo al mismo tiempo un flujo de ingresos para las compañías estadounidenses.

La decisión de la Casa Blanca llega después de meses de negociaciones y de una prohibición que limitaba a Nvidia la exportación de sus chips más avanzados al mercado chino. La autorización implica que Nvidia puede vender sus productos, considerados vitales para el desarrollo de la IA y la computación de alto rendimiento, aunque el arancel encarecerá significativamente el costo para las empresas chinas.
El objetivo de la administración Trump es doble: por un lado, limitar la capacidad de China para construir un ecosistema de IA militar y estratégico sin restricciones; por otro, asegurar que las empresas estadounidenses, como Nvidia, no pierdan completamente el acceso a uno de los mercados más grandes del mundo. La imposición del arancel del 25% es la herramienta clave en esta nueva política comercial.
El anuncio ha tenido un impacto inmediato en el sector tecnológico. La posibilidad de reanudar las ventas en China, incluso con el arancel, impulsó las acciones de Nvidia. Sin embargo, las empresas chinas, que dependen fuertemente de estos chips para su desarrollo de IA, se enfrentarán a un aumento de costos que podría frenar su progreso tecnológico a corto plazo.
La nueva política de exportación refleja la compleja relación tecnológica y comercial entre Estados Unidos y China. Mientras Trump busca proteger la innovación y la seguridad nacional de EE. UU., también intenta gestionar las pérdidas económicas de las principales compañías tecnológicas estadounidenses.
