MÉXICO, 24 DE OCTUBRE DEL 2025
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que México “está controlado por los cárteles” durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, donde también sostuvo que algunos líderes mexicanos “tienen miedo” por el poder del crimen organizado.

Trump afirmó que los grupos criminales mantienen alianzas con actores del gobierno mexicano y que esa situación pone en riesgo la seguridad nacional de EE. UU. En el mismo acto, elogió a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, llamándola “extraordinaria” y “valiente”, aunque reiteró que eso no exime del control narco.
También comparó la situación mexicana con la de Colombia, señalando que los cárteles ejercen influencia en ambos países. Este tipo de señalamientos no son nuevos: Trump ya ha afirmado en otras ocasiones que los cárteles tienen “tremendo control” sobre México y vínculos con autoridades locales.
Ante estas declaraciones, la presidenta Sheinbaum ha respondido que en México gobierna el pueblo y no el crimen, y ha rechazado insinuaciones de subordinación externa. Este debate renueva el foco sobre la crisis de seguridad y la soberanía: el reclamo estadounidense presiona al gobierno mexicano, mientras las acusaciones generan ecos en lo diplomático.
Las declaraciones de Trump buscan desplegar una narrativa contundente, pero arriesgan deteriorar la cooperación diplomática. Aun cuando el problema del crimen organizado es real y urgente, el marco del discurso debe cuidarse para no socavar el respeto mutuo entre países ni trivializar las complejidades en México.


