ESTADOS UNIDOS, 23 DE ENERO DE 2025
En el condado de Ventura, California, imágenes recientes han causado indignación y preocupación al mostrar a trabajadores agrícolas cosechando fresas mientras el incendio Hughes arde cerca, liberando un denso humo que ha cubierto gran parte de la región. Este incendio, que ha consumido más de 10,000 acres en los condados de Los Ángeles y Ventura, ha obligado a evacuar a más de 31,000 personas.
A pesar de estas condiciones, los trabajadores del campo continúan realizando sus labores esenciales sin interrupciones visibles. La Unión de Campesinos (UFW, por sus siglas en inglés) publicó videos y fotografías en redes sociales que evidencian la falta de equipo de protección adecuado para estos trabajadores expuestos al humo y sus posibles consecuencias para la salud.
La UFW ha insistido en que los empleadores deben cumplir con la normativa vigente, proporcionando mascarillas y protegiendo la salud de quienes trabajan bajo estas condiciones. De acuerdo con las regulaciones de California, las empresas están obligadas a garantizar ambientes seguros, especialmente durante desastres naturales como incendios forestales.
En un contexto donde los trabajadores agrícolas ya enfrentan salarios bajos y pocas garantías laborales, la situación pone en evidencia una problemática recurrente: la invisibilización de quienes desempeñan tareas esenciales para el suministro de alimentos.
Es inaceptable que quienes cosechan los alimentos que llegan a nuestras mesas tengan que elegir entre mantener su sustento económico o proteger su salud y bienestar. La industria agrícola, junto con los gobiernos locales y estatales, tiene una responsabilidad urgente de garantizar condiciones de trabajo seguras, especialmente en circunstancias tan adversas. Ignorar esta realidad perpetúa una desigualdad estructural que no puede justificarse en una sociedad que depende tanto del esfuerzo de estos trabajadores esenciales.
