Internacional, 14 de octubre de 2025
La incertidumbre crece en torno al lanzamiento del Trump Mobile T1, el smartphone promovido por la compañía ligada a la familia del actual presidente de Estados Unidos. Compradores que entregaron un depósito inicial de 100 dólares aún esperan recibir el dispositivo, cuyo lanzamiento ha sido retrasado varias veces y cuyas fechas originales (agosto y septiembre) han sido borradas del sitio web oficial.

Actualmente, el portal de la empresa solo promete que el teléfono llegará «más tarde este año», alimentando la desconfianza entre los consumidores que ya realizaron su pago. El precio final del dispositivo se mantiene en 499 dólares, pero el futuro del T1 es cada vez más incierto debido a las promesas incumplidas.
Las dudas sobre el producto se han intensificado por una serie de cambios en la promoción. Inicialmente, el T1 fue publicitado con el eslogan de ser «fabricado en Estados Unidos», un mensaje que luego fue discretamente reemplazado por la frase «diseñado con los valores estadounidenses». Expertos señalan que el T1 podría no ser un terminal nuevo, sino una versión remarcada de un móvil de gama media de otra marca, fabricado en Asia, lo que añadiría otro elemento de controversia.
El escepticismo también se extiende al ámbito de la seguridad y privacidad de la información, ya que algunos analistas han advertido sobre la posible vulnerabilidad de los datos al adquirir un dispositivo ligado directamente a la figura presidencial.
El caso del Trump Mobile T1 se ha convertido en un símbolo de expectativas frustradas y subraya la importancia de la transparencia en la promoción de productos, especialmente aquellos que utilizan figuras políticas para su comercialización.


