Washington D.C. 22 de diciembre de 2025.
En una de las declaraciones más tajantes de la actual administración estadounidense, la Secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos afirmó categóricamente que Nicolás Maduro debe dejar el poder en Venezuela. La funcionaria subrayó que la salida del mandatario es una condición indispensable para frenar la inestabilidad regional y la crisis migratoria que afecta a todo el continente.

Estas declaraciones surgen en un momento de renovada tensión diplomática, donde Washington busca intensificar la presión internacional tras los cuestionados procesos electorales y las persistentes denuncias de violaciones a los derechos humanos en el país sudamericano.
Seguridad Nacional y Crisis Migratoria
Para el gobierno de Estados Unidos, la permanencia de Maduro en el Palacio de Miraflores ya no es solo un problema de política exterior, sino una cuestión de seguridad nacional. La Secretaria destacó varios puntos críticos:
- Flujo Migratorio: La falta de libertades y la crisis económica en Venezuela siguen impulsando a miles de personas hacia la frontera sur de EE. UU., saturando los sistemas de procesamiento.
- Estabilidad Hemisférica: El apoyo de potencias extrajeras al régimen de Maduro es visto como una amenaza a la influencia democrática en la región.
- Restauración Democrática: EE. UU. insiste en que solo un gobierno de transición reconocido internacionalmente podrá convocar elecciones libres y justas.
La Casa Blanca ha sugerido que, de no haber avances significativos, se podrían endurecer las sanciones económicas y diplomáticas, no solo contra figuras clave del chavismo, sino contra las redes de apoyo financiero que mantienen a flote al régimen.
