Tijuana, 29 de julio de 2025
La región del Pacífico se encuentra en alerta máxima tras un devastador terremoto de magnitud 8.7 que sacudió este miércoles la remota costa oriental de Rusia. El fuerte sismo ha provocado la emisión de alertas de tsunami para extensas zonas, incluyendo partes de Rusia y Japón, todo el estado de Alaska, y la totalidad de Hawái. Además, se ha declarado una vigilancia de tsunami para las costas occidentales de Canadá y Estados Unidos, extendiéndose hasta la frontera con México.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) elevó la magnitud del terremoto desde una estimación inicial de 8.0, posicionándolo como el sismo más fuerte registrado desde 2011, año en que un terremoto de magnitud 9.0 en el noreste de Japón generó un tsunami devastador. El epicentro de este nuevo evento se localizó a unos 126 kilómetros de Petropavlovsk-Kamchatsky, Rusia, a una profundidad de 19 kilómetros.
Las autoridades de la península de Kamchatka, Rusia, han declarado una amenaza de tsunami, instando a los residentes a alejarse de las costas. Se ha registrado una ola de tsunami de 3 a 4 metros de altura en el distrito de Yelizovo, con reportes iniciales de daños mínimos. En Japón, la Agencia Meteorológica ha advertido sobre olas de hasta 1 metro entre las 10 y las 11 a.m. hora local, pidiendo también la evacuación de las zonas costeras. Para Hawái, el Servicio Meteorológico Nacional ha alertado que las primeras olas podrían llegar alrededor de las 7:17 p.m. hora local, con la posibilidad de causar daños significativos en todas las islas. En Sajalín, una isla rusa al suroeste del epicentro, ya se están llevando a cabo evacuaciones de residentes.
Este evento sísmico subraya la constante actividad geológica del Cinturón de Fuego del Pacífico, donde la Tierra manifiesta su fuerza de manera impredecible. La rápida respuesta y la emisión de alertas tempranas son cruciales para mitigar el impacto humano en estas regiones vulnerables, recordando la importancia de la preparación ante fenómenos naturales de esta magnitud.