Tijuana, 30 de julio de 2025
La mayoría de las alertas de tsunami que se activaron en la Cuenca del Pacífico han sido levantadas, tras un potente terremoto de magnitud 8.8 registrado este miércoles frente a la costa este de Kamchatka, en Rusia. El sismo, que ocurrió a las 11:25 a.m. (hora local de Rusia), desató inicialmente un amplio despliegue de alertas en regiones tan diversas como Alaska, Hawái, Japón, y países latinoamericanos como Chile, Ecuador, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y México.
Este terremoto, el sexto más potente del que se tiene registro según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), se produjo a unos 18 kilómetros de profundidad. Si bien las olas en la mayoría de las costas no superaron las expectativas de daños severos –registrándose 1.09 metros en California y 1.3 metros en las Islas Galápagos sin daños reportados–, en algunas zonas costeras de Chile se observaron alteraciones del nivel del mar de hasta 2.4 metros.

La península de Kamchatka, en Rusia, sí experimentó un impacto más directo. El temblor generó un tsunami con olas de 3 a 4 metros que inundaron parcialmente la ciudad de Severo-Kurilsk, causando daños considerables a la infraestructura portuaria y arrastrando embarcaciones. También se reportaron varios heridos, aunque ninguno de gravedad, y un jardín infantil fue destruido en Petropávlovsk-Kamchatski.
En Japón, se registró un tsunami de unos 30 centímetros. Las autoridades solicitaron la evacuación de más de 1.9 millones de personas y los trabajadores de las centrales nucleares de Fukushima Daiichi y Fukushima Daini fueron trasladados a zonas más elevadas. Sin embargo, los informes iniciales del organismo de control nuclear de la ONU indican que no hubo impacto en la seguridad de las centrales. En Hawái, aunque se emitieron alertas que provocaron evacuaciones, la situación fue descrita como «un desastre que no llegó», gracias a la buena preparación y la rápida degradación de la amenaza.
La desactivación gradual de las alertas a lo largo del miércoles trajo un respiro global, destacando la importancia de los sistemas de alerta temprana y la preparación ciudadana en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Este evento, precedido por temblores de menor magnitud desde el 20 de julio, es un recordatorio de la dinámica actividad de las placas tectónicas y la capacidad de reacción ante fenómenos naturales de gran escala.