México. 29/ Julio/ 2025
Durante el fin de semana del 26 y 27 de julio de 2025, Sinaloa vivió uno de los episodios más sangrientos del año, con 22 asesinatos reportados en zonas como Culiacán, Ahome, Elota y Navolato. Cuatro cuerpos fueron hallados bajo un puente en Culiacán y cinco miembros de una misma familia fueron ejecutados en Ahome, vinculados a la reciente muerte del capo Javier Alonso Vázquez Salazar.
Los enfrentamientos se atribuyen a la guerra interna entre las facciones “Mayitos” y “Chapitos” del Cártel de Sinaloa, intensificada luego de la entrega de Ismael “El Mayo” Zambada a EE. UU. Esta disputa ha llevado a una escalada sin freno, incluso con elementos federales desplegados en la zona.

A pesar del despliegue de más de 1 600 elementos federales en la región, la violencia no ha disminuido. Según una encuesta reciente, el 90.8 % de los habitantes de Culiacán se siente inseguro, mientras la presidenta Claudia Sheinbaum mantiene su estrategia de seguridad vigente sin resultados visibles.
Este brote extremo de violencia evidencia que el enfoque actual no alcanza a contener la fractura interna del crimen organizado. La estrategia de despliegue federal no parece suficiente y deja en evidencia que la seguridad ciudadana necesita replanteamientos urgentes, pues sin confianza comunitaria cualquier acción se vuelve parcial e insuficiente.