MÉXICO, 28 DE MARZO DEL 2025.
En las últimas horas, las plataformas digitales se han transformado en una galería virtual, donde el estilo único de Studio Ghibli ha cobrado vida en imágenes que rememoran los memes más emblemáticos de la cultura mexicana. Este fenómeno ha sido impulsado por el más reciente avance en inteligencia artificial de OpenAI, ChatGPT 4o, una herramienta que ha causado sensación por su capacidad para replicar con asombrosa precisión el estilo visual que caracteriza a películas icónicas como “El viaje de Chihiro”, “Mi vecino Totoro” y “El niño y la garza”.

De acuerdo con OpenAI, el generador de imágenes de este modelo es capaz de crear resultados fotorrealistas, transformando incluso las imágenes más cotidianas en obras dignas del estudio japonés. Los usuarios premium de ChatGPT han experimentado a fondo esta nueva función, creando desde retratos de mascotas y reinterpretaciones de momentos históricos hasta transformaciones de memes que han marcado la cultura digital.
En México, los internautas se han sumado rápidamente a la tendencia, llevando a personajes populares de YouTube y figuras virales a este formato tan apreciado por los fanáticos de Ghibli. Algunos de los nombres más recurrentes son “El Ferras”, “El señor de la combi”, “El Piratita de Culiacán”, y “Cómete un pan”, quienes se han convertido en los protagonistas de escenas que parecen salidas de un universo paralelo donde la animación japonesa y el humor mexicano convergen.
Además de estos personajes, políticos, cantantes y artistas icónicos de la farándula mexicana también han sido recreados en este estilo, desde el conductor de “Ventaneando”, Pedrito Sola, hasta figuras como Paquita la del Barrio, Juan Gabriel, y Checo Pérez. Estas ilustraciones no solo reflejan la creatividad y el sentido del humor de la cultura mexicana, sino que también destacan por su capacidad para adaptar situaciones cotidianas o accidentales a un formato visualmente cautivador y emotivo.
El estilo de ilustración que ha hecho famoso a Studio Ghibli se caracteriza por sus fondos detallados y trabajados, que presentan paisajes naturales, pueblos y locaciones fantásticas, con una meticulosidad que dota a cada escena de profundidad y realismo. Las paletas de colores cálidos y armoniosos contribuyen a crear atmósferas acogedoras o melancólicas, dependiendo de la escena. Los personajes, por su parte, tienen líneas limpias y expresiones faciales que transmiten de manera clara sus emociones, lo que ha sido replicado de manera notable por la inteligencia artificial.
Sin embargo, esta fiebre de imágenes generadas por IA ha suscitado inquietudes entre los puristas del arte, especialmente por la postura de Hayao Miyazaki, director de Studio Ghibli, quien ha sido un firme opositor al uso de inteligencia artificial en la creación de imágenes y contenido en la industria. Ante este panorama, surge la pregunta: ¿podría el estudio tomar medidas contra estas nuevas creaciones generadas por IA?
La creciente popularidad de este fenómeno resalta no solo la capacidad de la inteligencia artificial para replicar estilos artísticos complejos, sino también cómo la creatividad humana sigue siendo una constante en la forma en que reinterpretamos y transformamos nuestra cultura. Mientras algunos puedan ver en este uso de la IA una forma de homenaje, otros lo perciben como una posible amenaza a la autenticidad y originalidad en el arte. Sin embargo, lo que está claro es que el cruce entre la tradición de Studio Ghibli y la innovación tecnológica abre un espacio para la reflexión sobre cómo el arte y la cultura digital se están redefiniendo en la era de la inteligencia artificial.