GUERRERO, 25 DE FEBRERO DEL 2025.
Alcaldesa de Acapulco Justifica Boda de Menores en Huamuchitos: “En Todo Guerrero Se Casan Así las Familias”
El reciente matrimonio de dos menores de edad en la comunidad de Huamuchitos, en Acapulco, Guerrero, ha desatado un debate nacional sobre el matrimonio infantil en México. Gael y Celia, quienes apenas tienen 13 años, contrajeron nupcias en una ceremonia que, según la alcaldesa Abelina López, no tiene “legalidad” y se realiza bajo los llamados “usos y costumbres” de la región.

El 23 de febrero, las imágenes de la boda fueron transmitidas en vivo por los propios jóvenes, lo que rápidamente se difundió en las redes sociales. A pesar de las críticas y la controversia que generó este enlace, López defendió la práctica argumentando que este tipo de uniones son parte de las tradiciones y costumbres de las familias en Guerrero, asegurando que “en todo Guerrero se casan así las familias”, sin reconocer la ilegalidad de la acción.
En sus declaraciones, la alcaldesa insistió en que la boda no tenía carácter formal y que no corresponde a la autoridad intervenir en estos “acuerdos” familiares, aunque reconoció que no contaban con ningún registro legal. Su respuesta ha sido rechazada por gran parte de la población, que acusa la falta de acción por parte de las autoridades frente a la cohabitación forzada de menores, una práctica que está penada por la ley con sanciones de hasta cinco años de prisión.
El matrimonio infantil es un tema sensible en México, pues atenta contra los derechos fundamentales de los menores, tanto en su desarrollo físico como psicológico. Diversos sectores de la sociedad han expresado su indignación, y las críticas hacia la alcaldesa se han multiplicado en redes sociales. Algunos internautas no han dudado en cuestionar su postura, utilizando frases como «el tercer mundo duele bien cabr…», refiriéndose a la evidente contradicción entre las costumbres arraigadas y los derechos humanos.
Es relevante señalar que a pesar de la denuncia pública y la existencia de normativas en el país que sancionan este tipo de prácticas, aún no se ha tomado ninguna medida concreta por parte de las autoridades locales o la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, quien hasta el momento no se ha pronunciado sobre el tema.
El caso de Huamuchitos pone en evidencia una problemática profunda sobre la falta de sensibilización y la prevalencia de tradiciones que violan derechos fundamentales. La justificación de la alcaldesa Abelina López, al calificar este matrimonio como un simple acuerdo familiar, subraya la urgencia de un cambio en las políticas públicas, que no solo deben enfocarse en la legislación, sino también en la educación y la protección de los menores. Si bien las costumbres son una parte vital de las culturas locales, deben adaptarse y evolucionar para proteger los derechos y el bienestar de los más vulnerables. El silencio de las autoridades ante este tipo de situaciones es tanto preocupante como revelador de la necesidad urgente de un compromiso real hacia el bienestar infantil.