México, 17 de octubre de 2025
La industria de bebidas azucaradas ha respondido a la reciente aprobación del aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) por parte de la Cámara de Diputados. La compañía Coca-Cola se comprometió públicamente a reducir las calorías en su portafolio de refrescos como parte de una estrategia a largo plazo.

El compromiso de la gigante de bebidas es reducir las calorías en un 30% en todo su portafolio para el año 2030. Esta medida, aunque presentada como una iniciativa de salud pública, ocurre en un contexto directo de presión fiscal, luego de que el Congreso aprobara elevar la cuota del IEPS a las bebidas saborizadas a más de 3 pesos por litro.
La decisión de Coca-Cola busca adelantarse a las tendencias de consumo y mitigar el impacto del impuesto, que se espera sea trasladado al consumidor final, encareciendo significativamente las bebidas azucaradas a partir de 2026. Al reducir las calorías, la empresa puede ofrecer alternativas que cumplan con las nuevas exigencias del mercado.
Este acuerdo se da en medio de las críticas de la oposición que señalaban que el aumento del IEPS a los refrescos era meramente recaudatorio y no estaba enfocado en la salud. La reacción de la industria, sin embargo, demuestra que el aumento de la carga fiscal sí está obligando a los fabricantes a modificar la composición de sus productos.
La empresa ha señalado que esta reducción de calorías se logrará a través de la reformulación de algunos de sus productos y la promoción de alternativas bajas en azúcar o sin calorías. El compromiso finaliza en 2030, pero el impacto en los precios al consumidor será inmediato en cuanto entre en vigor la nueva Ley del IEPS.


