Mountain View, CA. 26 de diciembre de 2025.
Tras años de peticiones insistentes por parte de su base de usuarios, Google ha anunciado finalmente una de las actualizaciones más solicitadas en la historia de su servicio de correo: la posibilidad de cambiar la dirección de correo electrónico (el nombre de usuario) sin tener que abrir una cuenta nueva desde cero.

Esta función, que busca solucionar el problema de millones de personas que crearon cuentas con nombres poco profesionales o «incómodos» en su juventud, permitirá migrar la identidad del correo manteniendo todos los mensajes, contactos y servicios vinculados. Sin embargo, hay una «letra pequeña»: el cambio no estará disponible para todos los usuarios de forma inmediata.
Las Restricciones del Cambio de Nombre
Aunque la noticia ha sido recibida con entusiasmo, Google ha establecido criterios específicos para acceder a esta herramienta en su fase de lanzamiento:
- Usuarios de Google Workspace: La función debutará primero para cuentas corporativas y educativas (Workspace), permitiendo a los administradores renombrar cuentas sin perder el historial.
- Suscripción a Google One: Los usuarios particulares que deseen realizar el cambio deberán contar con un plan de pago de Google One (de 2TB en adelante, según filtraciones), posicionando esta mejora como una característica premium.
- Limitación de Tiempo: Para evitar fraudes y suplantación de identidad, el cambio solo se podrá realizar una vez cada 12 meses.
- Redirección Automática: Google mantendrá una redirección automática del nombre antiguo al nuevo durante un periodo de dos años para asegurar que el usuario no pierda correos importantes.

¿Por qué tardó tanto?
A diferencia de otros servicios, la arquitectura de Gmail vincula la dirección de correo como el identificador único para decenas de servicios (YouTube, Drive, Android, Play Store). Modificar esta «columna vertebral» sin romper la sincronización de datos fue el mayor reto técnico para los ingenieros de Google.
Con este movimiento, Gmail se pone a la par de servicios como Outlook o servicios de redes sociales que ya permitían modificar el nombre de perfil o usuario de manera más flexible.
