MÉXICO, 13 DE OCTUBRE DEL 2025
La Selección de México enfrentó a Colombia en un partido amistoso de preparación para la Copa Mundial 2026, encuentro que culminó con una contundente derrota del Tri por 4-0.

Desde los primeros minutos, Colombia mostró dominio territorial y movilidad ofensiva, mientras que México sufrió con desgaste defensivo y pérdidas de balón en zonas clave. El gol inicial cayó tras un tiro libre de James Rodríguez que fue conectado por Lucumí, obligando al equipo azteca a remontar aunque sin éxito.
En el segundo tiempo, la goleada se amplió. Jefferson Lerma marcó un gol de volea luego de un rebote en la defensa mexicana, y Colombia siguió encontrando espacios ofensivos que explotó con criterio. La defensa del Tri lució vulnerable ante contragolpes y desdoblamientos que los cafeteros aprovecharon con contundencia.
Al término del partido, el técnico mexicano, Javier Aguirre, compareció y reconoció su responsabilidad: “El principal culpable soy yo y lo asumo”. Aceptó que hubo jugadores que no estuvieron a la altura y que ciertos errores fueron inaceptables para un equipo que debe fortalecerse rumbo al Mundial. Además, señaló que el resultado es un llamado de atención: “Lo de hoy fue abrumador y no hay manera de justificarlo”.
Este amistoso tuvo valor estratégico: para México era una prueba de fuego ante un rival robusto, mientras que Colombia aprovechó la ocasión para afinar detalles competitivos pese a ya estar clasificado al Mundial 2026.
La prensa internacional no demoró en calificar el resultado como una paliza: medios mexicanos hablaron de humillación, mientras diarios internacionales destacaron la superioridad cafetera en todas las fases del juego.
Aunque fue un amistoso, la goleada sirve como espejo incómodo: México no puede permitirse debilidades estructurales frente a selecciones que imponen ritmo y precisión. Si el Tri aspira a competir en 2026, debe reconstruir su identidad defensiva, motivación colectiva y capacidad de reacción. Ganar carácter puede ser tan decisivo como ganar partidos.


