Ciudad Juárez, 23 de agosto de 2025
La incertidumbre y el temor se han apoderado de los residentes de Ciudad Juárez que cruzan a diario a El Paso, Texas, debido a las nuevas medidas migratorias anunciadas por el gobierno de Donald Trump. Muchos juarenses, que utilizan la visa B1 de turista o negocios para trabajar, estudiar o visitar a familiares, temen que su documento les sea revocado o que su renovación se complique, afectando sus rutinas y su economía.
La preocupación ciudadana surge en un contexto de creciente tensión en la frontera, con un “operativo espejo” entre las autoridades de ambos países para resguardar la zona, y nuevas políticas que endurecen los requisitos para obtener una visa. Una de estas medidas es la “tarifa de integridad” de 250 dólares, que se sumará al costo del trámite y que, según el Departamento de Estado, busca cubrir gastos administrativos.

La situación se agrava con la advertencia de viaje que Estados Unidos ha emitido para sus ciudadanos, en la que se menciona un riesgo de violencia por parte de “grupos terroristas, cárteles, pandillas y grupos criminales” en todo México. Aunque autoridades como el alcalde de Juárez han señalado que se trabaja en restaurar la confianza en la seguridad de la ciudad, el miedo de los juarenses de perder su visa persiste, pues se han registrado casos de cancelaciones sin motivo aparente en los últimos meses.
La inquietud de los juarenses sobre sus visas es un síntoma de la compleja relación entre México y Estados Unidos, donde las políticas migratorias y de seguridad se entrelazan. La falta de transparencia en los procesos de revocación de visas y la incertidumbre generada por las nuevas medidas afectan directamente la vida de miles de personas. Es un recordatorio de que, a pesar de la cotidianidad en la frontera, la política migratoria puede cambiar en cualquier momento, generando graves repercusiones en la economía y en el día a día de las comunidades fronterizas.