COREA DEL SUR, 28 DE JUNIO DEL 2025.
La Fiscalía del Distrito Sur de Seúl acusó formalmente a Won, un hombre de 67 años, por intentar incendiar un vagón del metro repleto de pasajeros luego de perder un juicio de divorcio. El ataque, ocurrido el 31 de mayo, dejó seis personas heridas, incluida una mujer embarazada. Según el reporte, el sujeto roció gasolina en el vagón y lo prendió fuego mientras el tren atravesaba un túnel bajo el río Han.
Un plan elaborado con antelación
Las autoridades surcoreanas revelaron que el agresor planeó el atentado durante al menos diez días. Usó efectivo, ocultó su identidad y estudió distintas estaciones antes de actuar. Además, liquidó sus bienes y canceló seguros en lo que se describe como parte de un plan suicida con tintes de “venganza social”.
Delirio, ira y falta de contención emocional
Tras ser evaluado, se descartó que el acusado padezca una enfermedad mental grave, pero se detectaron rasgos delirantes, rigidez cognitiva y egocentrismo. Su motivación, según la fiscalía, se centró en el fallo judicial que interpretó como una humillación. Buscaba morir, pero también generar impacto público.
Reacción institucional: apoyo a víctimas y revisión de protocolos
El Ministerio Público coordinará apoyo psicológico y médico para los afectados. Paralelamente, se revisarán los protocolos de seguridad en el sistema de metro para evitar hechos similares. La estructura ignífuga del vagón evitó una tragedia aún mayor, según autoridades.
Un llamado urgente a atender la salud mental
El caso ha abierto un debate nacional en Corea del Sur sobre la urgencia de fortalecer el sistema de salud mental, la facilidad de acceso a materiales inflamables y la seguridad del transporte público. Episodios como este evidencian que el enojo sin contención emocional puede transformarse en un riesgo colectivo.
