CHINA, 15 DE ABRIL DEL 2025.
En medio de la creciente tensión comercial entre Estados Unidos y China, un video publicado en TikTok ha encendido el debate sobre la transparencia en la industria de la moda de lujo. La guerra arancelaria —con tarifas de hasta el 125% impuestas por el gobierno estadounidense y una respuesta del 84% por parte de China— ha dado paso a estrategias inusuales por parte de fabricantes chinos que buscan exponer prácticas poco conocidas de las grandes marcas internacionales.

La verdad detrás del “Made in Italy”
Uno de estos casos fue protagonizado por el tiktoker chino @senbags, quien también se identifica como fabricante de bolsos. Su video, que rápidamente se volvió viral antes de ser eliminado, reveló un dato que sorprendió a millones: muchas marcas de lujo fabrican sus productos en China y luego los envían a Europa únicamente para ser etiquetados como “Made in Italy” o “Made in France”.
Lujo con costos mínimos, precios máximos
Según el creador de contenido, este movimiento logístico tiene como principal objetivo inflar los precios de venta aprovechando el prestigio de la manufactura europea. El caso más polémico señalado en el video fue el de los icónicos bolsos Birkin de Hermès, cuyo precio en el mercado puede alcanzar los 40,000 dólares si están elaborados con materiales exóticos. Sin embargo, el costo real de producción, de acuerdo con @senbags, apenas ronda los 1,400 dólares.
El video desaparece, pero la conversación continúa
Aunque el contenido original fue eliminado poco después de su publicación, el mensaje ya había sido replicado por numerosos usuarios en distintas plataformas, extendiendo la conversación más allá de TikTok. Muchos internautas comenzaron a cuestionar la ética detrás de estas prácticas comerciales y el verdadero valor que se paga al adquirir artículos de lujo.
El prestigio bajo la lupa digital
Este tipo de revelaciones no solo sacuden la imagen cuidadosamente construida de las casas de moda más exclusivas, sino que también invitan a una reflexión sobre el consumo aspiracional. En un mundo hiperconectado, donde la información circula a velocidades vertiginosas, la narrativa de lujo se enfrenta a una creciente presión por ser auténtica y coherente con la realidad que sus consumidores empiezan a conocer de cerca.