ESTADOS UNIDOS, 29 DE FEBRERO DEL 2025.
Un fenómeno excepcional fue capturado recientemente en las aguas de la Bahía de Monterey, California, cuando una impresionante manada de más de 2.000 delfines se reunió a unos 18 kilómetros del puerto, sorprendiendo tanto a los investigadores como a los espectadores. Este avistamiento incluyó la presencia de una rara especie, el delfín septentrional sin aleta dorsal, conocido científicamente como Lissodelphis borealis, un animal que normalmente habita en aguas más profundas y alejadas de la costa.
El evento fue grabado por Evan Brodsky, capitán y videógrafo de Monterey Bay Whale Watch, quien no pudo ocultar su emoción al presenciar cómo un pequeño grupo de delfines se transformaba en una “super manada” que sobrepasó los miles. La experiencia no solo fue un hito científico, sino también un momento emocionalmente significativo para el equipo, quienes quedaron maravillados por la magnitud del fenómeno.
Colleen Talty, bióloga marina de Monterey Bay Whale Watch, explicó que este comportamiento podría deberse a varias razones: los delfines podrían haberse agrupado para defenderse de depredadores, compartir fuentes de alimento o, simplemente, para socializar. Estos animales, que son conocidos por su naturaleza sociable, suelen formar grupos más pequeños, de entre 100 y 200 individuos, por lo que un avistamiento de tal magnitud es un hecho raro y notable.
La bahía de Monterey es reconocida por su diversidad marina y por ser un lugar privilegiado para el avistamiento de vida silvestre, como las ballenas francas del norte. Este tipo de eventos resalta la importancia de la preservación de estos ecosistemas, vitales no solo para los delfines, sino para muchas otras especies que habitan en sus aguas.
En conclusión, la impresionante manada de delfines no solo ofrece una ventana a la fascinante vida marina de la región, sino que también subraya la necesidad urgente de proteger estos valiosos hábitats. A medida que las investigaciones sobre el comportamiento de estos delfines continúan, la bahía de Monterey se mantiene como un lugar emblemático para la observación de la naturaleza en su máxima expresión.
